Disminución de la pérdida y desperdicio de alimentos

  1. Planifica tus comidas semanales para asegurarte de tener una dieta variada y equilibrada. De esta manera harás uso de lo necesario y a disminuir desperdicios.
  2. Aprovechá al máximo cada ingrediente y transforma todos los productos en nuevas delicias, por ejemplo: sobros de cáscaras o cortes de vegetales para hacer caldo, huesos o cortes de carne para preparar fondos, frutas maduras para realizar postres o batidos, entre otros.
  3. Congelá las carnes blancas y rojas en porciones, para que, a la hora de descongelar, solo sea lo necesario y no se pierdan alimento que no vas a cocinar.
  4. Pequeños cambios en tu cocina pueden hacer una gran diferencia en el mundo, podrías empezar destinando un pequeño contenedor de compost en tu cocina para los residuos orgánicos.
  5. Organiza tu nevera y congelador para que los alimentos más antiguos se consuman primero: Colocá los productos frescos más nuevos en la parte trasera y los más antiguos al frente para que sean usados primero.
  6. Reviví las verduras marchitas con un baño de agua fría antes de usarlas, si tu lechuga o zanahoria están un poco marchitas, sumérgelas en agua fría durante unos minutos para revitalizarlas.