1. Usá agua y materias primas seguras:
a. Comprá alimentos de fuentes confiables, pasteurizados, que no estén vencidos y que haya utilizado agua tratada
2. Limpiá:
a. Lavarse las manos antes y después de manipular los alimentos, así como los utensilios y superficies.
b. Lavar las frutas y verduras, frotando bajo el chorro de agua fría. ¡Pero no la carne de res o de aves ni los huevos!
3. Separá:
a. Separar los alimentos crudos de los listos para consumir.
b. Usar platos y tablas de cortar distintas para las frutas y verduras y para la carne de res, aves, mariscos y huevos.
c. Mantener las carnes, pescado/mariscos y huevos separados de los otros alimentos en el carrito del supermercado.
d. Mantener la carne de res, aves, mariscos y huevos separados del resto de los alimentos dentro del refrigerador.
4. Cociná:
a. Cocinar los alimentos a temperaturas seguras, especialmente el pollo y productos rellenos (74ºC/165ºF), bistec o filetes de res, cerdo, cordero, ternero, mariscos, pescado y crustáceos (63°C/145ºF), carne molida de res, cerdo y otras (71°C/160ºF), huevos y platos con huevo (71°C/160ºF),
b. Siempre utilizar un termómetro de alimentos.
c. Si va a recalentar los alimentos, asegurarse que la temperatura esté arriba de 74ºC.
d. Siempre mantener los alimentos calientes, arriba de 60ºC.
5. Enfriá:
a. Siempre refrigerar los alimentos perecederos, como alimentos cocidos, dentro de las primeras 2 horas.
b. Mantener los alimentos refrigerados a ≤ 5˚C.
c. No se debe descongelar ni marinar alimentos sobre el mostrador a temperatura ambiente. Debe pasar el producto al refrigerador. Recordá planificar el tiempo con antelación ya que podría tardar varias horas.