Comidas al aire libre: empacar y trasladar alimentos de manera segura

Comidas al aire libre: empacar y trasladar alimentos de manera segura

empacar y trasladar alimentos

Llegaron los días de vacaciones y con ellos las actividades de día en la playa, picnics y barbacoas.
Es muy sencillo tomar algunas precauciones para que esas experiencias permanezcan placenteras. Las temperaturas cálidas son perfectas para la proliferación de bacterias causantes de enfermedades transmitidas por los alimentos (ETAs). Descubra algunos concejos para empacar y trasladar alimentos al aire libre.

Consejos para empacar y trasladar alimentos

• Mantenga refrigerados los alimentos fríos.

Coloque la comida fría en una hielera con hielo o con paquetes de gel congelado. Los alimentos fríos deben conservarse a 40°F (4.4°C) o menos. Si traslada carnes crudas para poner en la parrilla, éstas se pueden envasar mientras están aún congeladas para que permanezcan frías durante más tiempo.

• Organice el contenido de las hieleras.

Considere la posibilidad de empacar las bebidas en una hielera y los alimentos perecederos en otra. De esta manera cuando los invitados al picnic abran una y otra vez la hielera, los alimentos sensibles no quedarán expuestos a la temperatura del aire cálido.

• Mantenga cerradas las hieleras.

Una vez que llegue al lugar del picnic, limite la cantidad de veces que se abra cada hielera. Esto ayudará a que el contenido se conserve frío por un período de tiempo mayor.

• Evite la contaminación de unos alimentos con otros.

Asegúrese de mantener bien cerrados los paquetes de carnes rojas, de aves y de pescado. Así evitará que sus jugos contaminen alimentos preparados/ cocidos o alimentos que se comen crudos, tales como frutas y vegetales. Los contenedores tapados para carnes crudas siempre van acomodados abajo. Aún mejor, maneje hieleras independientes para carnes crudas y alimentos listos para consumir o el hielo de las bebidas

• Limpia sus frutas y verduras en forma previa.

Enjuague las frutas y las verduras frescas bajo el agua del grifo antes de guardarlas en la hielera, incluso aquellas que tienen cáscara y corteza no comestibles. En el caso de las frutas y las verduras con cáscara dura, frótelas con sus manos o restriéguelas con un cepillo limpio mientras las enjuaga con el agua. Séquelas preferiblemente con una toalla de papel de cocina. Guárdelas en contenedores o bolsas plásticas limpias.

• Lleve todo listo para servir.

Dentro de lo posible, lleve los alimentos lo próximo a estar listos para servir. De esta manera, limita las actividades adicionales de preparación que puedan introducir contaminación a los alimentos cuando las condiciones óptimas para manipularlos son más limitadas.