Antes de responder a esta pregunta, repasemos qué es el síndrome de ovario poliquístico (SOP). Este es un trastorno endocrinológico metabólico, que tiene relación con cambios hormonales y su nombre se debe a múltiples quistes que se desarrollan en los ovarios y que provocan su aumento de tamaño.
Una de las causas más prevalentes es cuando aumenta en gran medida la producción de hormonas masculinas como los andrógenos, que se encuentran en pequeñas cantidades en las mujeres.
El SOP puede venir acompañado con distintos efectos como periodos menstruales irregulares o ausentes, acné, piel grasa, vellos corporales, sobrepeso u obesidad, aumento de colesterol, hasta resistencia a la insulina e infertilidad, en algunos casos.
Es muy importante tener un diagnóstico médico y un tratamiento integral, que incluya una guía médica, actividad física, movimiento, descanso, control del estrés, así como acompañamiento nutricional y suplementación. Y es por esto que la alimentación también juega un papel muy importante en el bienestar de las personas que lo padecen.
Hay ciertos alimentos que son recomendados incluir si se diagnostica SOP, ya que ayudarán con la sensibilidad a la insulina, la regulación hormonal, la disminución de peso y grasa visceral, así como a prevenir el desarrollo de enfermedades como diabetes y enfermedades cardiovasculares.
- Carbohidratos complejos: estos tienen un menos índice glicémico que carbohidratos refinados, ya que aportan mayor cantidad de fibra y por ende ayudar a un mejor control de las glicemias. Por ejemplo: arroz, pan y pasta integral, camote, quinoa, avena integral, maíz, leguminosas.
- Frutas: aportan gran cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes, lo cual beneficia la salud en general. Además, preferiblemente optar por frutas enteras y de menor índice glicémico, como manzana, fresas, arándanos, frambuesas, pera, pomelo, granada, ciruela, kiwi, mandarina y evitar las deshidratadas y zumos de frutas.
- Vegetales: su aporte de fibra y nutrientes benefician la salud, además su consumo ayudan al control de azúcar en sangre, por lo que es importante incluir hojas verdes, chile dulce, zucchini, chayote, palmito, berenjena, entre otras.
- Grasas saludables: el consumo de grasas saludables benefician la salud cardiovascular y disminuyen el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas. Podés incluir aceite de oliva, aguacate, semillas y frutos secos, mantequilla y pescados azules.
- Proteínas: incluir proteínas de calidad, como pescados, huevos y lácteos, pollo, pavo y carnes rojas magras.
En la otra cara de la moneda, se recomienda evitar azúcares refinados e hidratos de carbono de absorción rápida (dulces, pasteles, refrescos y alimentos altamente procesados, pan blanco, entre otros), alimentos procesados altos en grasas trans ya que aumentan la inflamación, alcohol y bebidas con cafeína, carnes rojas y procesadas en exceso pueden aumentar la resistencia a la insulina.
Ana Gabriela Alonso Vega
Nutricionista
CPN: 1886-15
Bibliografía:
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