La relación entre la migraña y la alimentación

La relación entre la migraña y la alimentación

Los dolores de cabeza son uno de los malestares más comunes, pero cuando se trata de migraña, no estamos hablando de un simple dolor, la migraña es un trastorno neurológico crónico que puede afectar seriamente la calidad de vida.

Se caracteriza por un dolor intenso, pulsátil y generalmente localizado en un solo lado de la cabeza, estos episodios pueden durar entre 4 y 72 horas y suelen venir acompañados de síntomas como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al sonido, irritabilidad, fatiga y dificultad para concentrarse.

¿Qué puede provocar una migraña? Existe una predisposición genética, pero también existen factores ambientales y alimentarios que pueden actuar como desencadenantes.

Algunos de los más comunes son:

  • Saltarse comidas o ayunar por muchas horas.
  • No tomar suficiente agua.
  • Consumir ciertos alimentos o ingredientes específicos.

Algunos compuestos presentes de forma natural en los alimentos o añadidos por la industria alimentaria pueden generar una respuesta en personas predispuestas, favoreciendo la vasodilatación y desencadenando la migraña:

Compuesto Alimentos donde se encuentra
Histamina Quesos madurados, pescados, embutidos, vino, cerveza, espinaca, tomate.
Tiramina Chocolate, bebidas alcohólicas, alimentos fermentados, quesos, yogurt, tempeh.
Sinefrina Frutas cítricas como naranja, limón, lima y pomelo.
Nitritos y Nitratos Carnes curadas (jamón, salchichas, panceta), pescados curados. Vegetales como remolacha, espinaca, lechuga, apio, coliflor y papas
Sulfitos Vino tinto, cerveza, salsa de soya, jugos de fruta, pepinillos, papas fritas.
Fenoles Vino tinto y blanco, cerveza, chocolate.

Aunque aún no hay una dieta universalmente efectiva para prevenir la migraña, varios estudios han explorado cómo ciertos patrones alimentarios podrían influir en la frecuencia, duración e intensidad de las crisis. La clave está en la personalización, es decir llevar un diario de migraña puede ayudar a identificar qué alimentos o hábitos están relacionados con los episodios, a partir de ahí, se pueden hacer ajustes puntuales que realmente marquen la diferencia.

Recomendaciones generales para reducir el riesgo de migraña:

  • Llevar una alimentación variada, con abundancia de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
  • Asegurar un buen consumo de proteínas y aminoácidos esenciales.
  • Reducir al mínimo los ultraprocesados y el consumo de alcohol.
  • Mantenerse bien hidratado.
  • Dormir lo suficiente y practicar actividad física de forma regular.
  • Evitar el estrés crónico y hábitos como el tabaquismo.

Referencias Bibliográficas:

Garizoain, M., Pelosso, M. (2023). Relación entre las migrañas y la alimentación en personas adultas de 18 a 60 años de edad. Universidad Nacional de la plata. Facultad de Ciencias Médicas. Licenciatura en Nutrición. Recuperado de:

https://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/162705/Documento_completo.pdf-PDFA.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

Hernando, V., Juárez, N., Huertas, N. (2022). Factores nutricionales asociados a la migraña. Recuperado de: https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0212-16112022000700016&script=sci_arttext